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En esos días en los que nos sentimos tentadas a desconfiar de la capacidad del Artista, recordemos las sabias palabras del escritor y teólogo estadounidense Timothy Keller, como se cita en The Prayer God Loves to Answer [La oración que a Dios le encanta responder], de Daniel Henderson: «¿Qué es el arte? El arte es hermoso, el arte es valioso, el arte es una expresión del mundo interior del creador, del artista. Imagina lo que significa esto. Eres hermosa, eres valiosa, eres una expresión del mundo interior del Artista… Cuando Jesús se entregó en la cruz, no dijo: “Voy a morir solo para que sepas que te amo”. Él dijo: “Voy a morir, voy a sangrar por tu esplendor. Voy a transformarte en algo hermoso, […] en algo espléndido, magnífico”».
Tú y yo somos obras de arte, poemas únicos del amor y la gracia divina. Imagina a Dios como una abuela, que teje un suéter o borda un tapiz. Imagina a Dios como un cocinero, que prepara el postre más delicioso. Imagínalo como un lutier, que construye un instrumento musical. Imagínalo como un escultor, como un pintor, como un matemático que crea un teorema… ¿Puedes verlo sonreír, lleno de felicidad y con amor exuberante, por su creación? ¡Claro que sí! Con esa misma sonrisa, con el mismo brillo en sus ojos, Dios te mira hoy y te dice: «Hija mía, tú eres mi obra maestra, eres mi poema».
Señor, tú eres el Artista supremo. Yo soy tu poema, tu obra de arte. Soy la expresión del amor y la creatividad de tu corazón. Por eso, soy única, valiosa y bella. Confío en tu capacidad y en tu fidelidad para completar la obra que comenzaste en mi vida. Sé que no te detendrás hasta que refleje tu gloria más plenamente
fuente ADVENTISTAS AL 100%